...abrirse...

  …cerrar los ojos y dejarse… dejarse a la nada… al todo… dejarse atrapar para sentirse libre… cerrar los ojos, para por un momento, sentirla nos abraza con toda su fuerza, nos traga para tenernos dentro, y dentro, hacernos cómplices, sentir su voz acariciándonos la piel, tocando lo mas profundo de nosotros y  con ello, erizándonos el pelo con su fuerza… erizándonos la piel, que se impregna en un segundo con su magia… su misterio… sencillez… dulzura… …su placer… …somos suyos… y suyos nos hacen sentir sus brazos todo alrededor… sentirnos parte suya y sentirla parte nuestra… sentirnos… deleitarnos en su aura que nos emborracha de energía, nos hechiza… nos embruja… nos envuelve con su afecto y cariño… y nos hace encontrarnos de nuevo… encontrar esa felicidad que nos empuja la sonrisa por sentirla dentro… esa que nos inyecta la paz que nos hace chillar de alegría… saltar de contento… reventar por sentirla viva… rompernos al sentirla tan de adentro… y llorarla por momentos… por su dulzura… su acidez… por su gozo… tristeza… no nos cabe, no podemos retenerla tan pura como se presenta a nosotros cuando le abrimos nuestras puertas… tal cual acude en busca nuestra cuando le  tendemos la mano… cuando la hacemos dueña de nuestra confianza… cuando realmente queremos verla tal cual es… tal cual nos quiere… tal cual se nos presenta… tal cual, se presta… tan frágil… delicada… tan inmensamente bella… tan fugaz… y tan lenta… tan brillante… tan profunda… tan injusta y tan sincera… tan viva como es ella… a la vuestra y la mía, a la suya y la nuestra… a esa vida que tan complicada nos muestran, pero tan simple es en su esencia…